Funcionamiento y ventajas de los sensores de lluvia, un accesorio muy importante a la hora de regar el jardín de nuestra casa
Los sensores de lluvia son aparatos electrónicos cuya función principal es paralizar el riego automático en caso de lluvia. Este accesorio contribuye con el medio ambiente por el consecuente ahorro de agua que ello produce. De esta manera, tendremos un jardín sostenible.
Las ventajas de estos sensores de lluvia son varias. Primero, la despreocupación de estar pendiente del jardín es un aspecto positivo ya que si no te encuentras en casa, pues de manera automática se detienen los aspersores en caso de que haya precipitaciones como ocurre en los meses de otoño e invierno. Otra ventaja es el ahorro en el consumo de agua y, por consiguiente, en la factura del agua. Además, con estos accesorios estamos ayudando al medio ambiente para contribuir eficientemente con la naturaleza. Si mantenemos estas técnicas en un futuro, tendremos garantizado la sostenibilidad.
La fabricación de los sensores de lluvias se hace con materiales resistentes. Lo que pretende hacer estos sensores es regular el caudal del agua en un recipiente en el punto el cual se debe paralizar el riego de nuestro césped natural. La instalación de estos sensores de lluvia es rápida y fácil, incluso lo puede realizar uno mismo.
Aparte de estos accesorios, existen otros de manera manual como los pluviómetros manuales que son los que nos dicen cuanta lluvia ha caído en un período de tiempo. Según esta información, debemos tener en cuenta regar más o menos. El problema de ello es que tenemos que estar presentes para controlarlo. Además, podemos citar otros sensores como los sensores de caudal, de viento, de humedad, de temperatura o de presión.
Por último, el supuesto inconveniente que puede tener los sensores de lluvia es el coste, que puede ser elevado. Sin embargo, en un periodo largo de tiempo podrá amortizarse por el ahorro de agua que ello supone.