La preparación del terreno para su posterior instalación de los tepes, son dos tareas muy sencillas de realizar y no le llevarán mucho tiempo.
Es de gran importancia instalar los tepes lo antes posible desde que los reciba.
Siempre recomendamos un sistema de riego automático, ya que ahorrará agua, no tendrá que estar pendiente y regará uniformemente todo el jardín.
Si no se decide por el riego automático, ponga un aspersor en la punta de la manguera y muévalo cada poco tiempo para que llegue el agua a todas las partes del jardín.
Nunca riegue directamente con la manguera, ya que habrá zonas del jardín, dónde la cantidad de agua sea desigual a las demás. Esto puede producir amarilleo y separación en los tepes.
Si la tierra de su jardín está demasiado compactada, debe removerla a unos diez centímetros de profundidad. Es sencillo y rápido con una moto azada.
Pase el rastrillo para limpiar el terreno de todo tipo de elementos, como piedras, hierbas… Si su tierra es de mala calidad, conviene añadir una base de seis a ocho centímetros de mantillo, tierra vegetal y arena de río (todo mezclado). También suministramos la tierra si usted lo desea.
El terreno tiene que tener una ligera inclinación para que el agua no quede estancada.
Pase un rulo por todo el terreno para que compacte la tierra.
Es aconsejable dar un ligero riego al terreno antes de empezar a colocar los tepes.
La instalación de los tepes es muy sencilla, no obstante si desea que se los instalemos nosotros, consúltenos.
Los tepes vienen enrollados, así que los iremos desenrollando como si fuera una alfombra. Empezaremos extendiéndolos por el borde recto más largo del terreno. Es fundamental juntar lo máximo posible cada rollo al contiguo, sin llegar a montarlos. Intentaremos que no coincidan las juntas, como si fuera una pared de ladrillos, esto es sencillo, ya que el rollo se puede cortar fácilmente con un cuchillo y amoldarse a cualquier área que tengamos.
Se recomienda ir regando cada zona que se vaya terminando para que no se seque por si tarda demasiado en acabar la instalación.
Una vez hemos terminado, conviene volver a pasar el rulo encima de los tepes para eliminar cualquier posible bolsa de aire que haya quedado. Nunca de la vuelta al rulo encima del jardín, es mejor dar la vuelta fuera y empezar de nuevo otra zona, ya que puede machacar el césped.
Es muy importante que el primer riego sea largo y profundo. Las primeras dos semanas, regaremos con abundante agua y frecuencia (3 o 4 veces al día) e intentaremos pisar lo menos posible el jardín, ya que estos días es cuando el césped está enraizando y podríamos levantarlo. Siempre es preferible darle pocos riegos largos que muchos y cortos. Después de este tiempo, la frecuencia de riego debe de ser normal.
Si en algún momento detecta zonas amarillentas o que las juntas se separan, aumente la frecuencia de riego, ya que es síntoma de falta de agua.
Si nota que se acumula el agua en alguna parte, pare el riego hasta que drene. Tenga en cuenta que si encharca el jardín, sobre todo en horas de sol directo, puede llegar a cocer el césped.
Con calor, es preferible regar a primera hora de la mañana y a última de la tarde para evitar las horas de sol más fuertes.
El primer corte se recomienda a los doce o catorce días desde su instalación. Éste debe de ser alto y es importante tener las cuchillas del cortacésped afiladas.
Como puede apreciar, la instalación de césped en tepes no es complicada.