Ahorro de agua en el jardín

Debemos conocer cómo gestionar el ahorro de agua en el jardín y sus fórmulas para poder realizarlo de la mejor manera posible

La jardinería ecológica cada vez está más presente en este mundo globalizado. Además, cada vez estamos más preocupados sobre el medio ambiente. Para su sostenibilidad debemos cuidarlo a través de distintas medidas. Por ejemplo, el ahorro de agua en nuestro jardín es una de las medidas para favorecer el medio ambiente. Además de ello, nos supone un ahorro en nuestro bolsillo.

Ahorro de agua en el jardín
Ahorro de agua en el jardín

Para que el ahorro de agua se produzca debemos tener en cuenta lo siguiente:

  • Usando una mezcla de mantillo con arena, hace que el terreno esté húmedo durante la mayor parte del día. En consecuencia, el riego va a ser menor.
  • La altura de la siega es fundamental para el consumo del agua. Una siega baja requiere un consumo de agua mayor, por tanto, el ahorro de agua será menor. La altura óptima es de 3 centímetros.
  • Instalar riego por aspersión o difusores y ajustarlos para que no se formen charcos. El riego con manguera, normalmente, el consumo será mayor. Además, el riego ha de hacer por la mañana o por la tarde-noche en verano. Si lo hiciéramos a las horas de sol, el agua se evaporará y, en consecuencia, el jardín del césped natural de su casa necesitará más riegos.
  • Un exceso de dosis de los nutrientes del abono provocará una necesidad de agua por parte del césped.
  • Evitar el nacimiento de malas hierbas ya que estas malezas compiten con el césped natural por el sol, agua…
  • Instalar sensores de lluvia para que el riego se paralice en caso de lluvia.
  • Elegir la mejor variedad que se adapte en su zona geográfica. Desde Agrocesped usamos las mejores semillas del mercado y estudiamos la mezcla óptima para que el mantenimiento sea menor y el ahorro de agua sea mayor.
  • Recoger el agua de lluvia vía estanques o mecanismos tradicionales.

En resumen, usemos el agua con moderación. Tampoco quiere decir que no se riegue, ya que si no se riega el césped natural de nuestro jardín podría morir.